sábado, 3 de mayo de 2008

Recuerdo a Walt Whitman...

Hace mucho, mucho tiempo, (esto parece el comienzo de un cuento...), leí por priera vez a Walt Whitman, una antología de sus "Hojas de Hierba", y ya sólo el título me pareció entrañable, por su sencillez, que no simplicidad, no hay que confundir términos.
Hoy, quisiera recordarlo con este poema que escribió sobre 1860:
"Raíces y hojas solas"
Raíces y hojas solas son éstas;
perfumes que llegan a hombres y mujeres desde los bosques inhabitados
y las riberas de los lagos;
acederas y claveles de amor, dedos que se retuercen con más fuerza que los sarmientos;
surtidores de las gargantas de los pájaros ocultos en el follaje de los árboles
cuando el sol ha salido;
brisas de la tierra y del amor que zarpan de las costas vivientes hacia ti,
sobre el mar viviente; !hacia vosotros, oh marineros¡
Fresas mezcladas con hielo y frescos ramos del tercer mes ofrecidos a los jóvenes
que vagan por los campos cuando el invierno ya se retira;
capullos de amor puestos ante ti y dentro de ti, seas quien fueres;
capullos que se abrirán según las normas antiguas.
Si tú les llevas el calor del sol, se abrirán, tomando forma, color y perfume para ti;
si te transformas en alimento y humedad ellos se transformarán en flores, altas ramas y árboles.

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