Me parece que Doña Bibiana Aído Almagro, Ministra para la Igualdad, está navegando en un océano de confusiones.
Y como es natural, va de tropiezo en tropiezo, que no es cuestión de enumerar ahora.
Su problema es que no distingue entre igualdad y segregación o discriminación.
Y eso es peligroso.
Vuelvo a reiterarme en mi posición: Una sociedad no la construyen las mujeres contra los hombres, ni los hombres contra las mujeres.
Una sociedad, la nuestra, en este caso, que en su totalidad constituye el reino de España, hemos de construirla entre todos, no importa el sexo.
Todos hemos de poner nuestro grano de arena día tras día, para que todo vaya mejor, y se llegue al estado ideal.
Pero Doña Bibiana creo que comienza a regar fuera de tiesto.
Mal, muy mal.
Así no se llega a ninguna parte.
Yo paso por alto el sexo a la hora de tratar con un ciudadano, y hablo genéricamente.
Lo que deseo es llegar a un entendimiento, independientemente de que mi interlocutor sea hombre o mujer.
Doña Bibiana, aclárese, tenga mucho cuidado de no pisar en falso, que le puede costar su recién estrenado "sillón".
Ya hablaré de usted, ya, no se crea que la voy a dejar irse tan tranquila.
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