domingo, 27 de julio de 2008

Eternidad.


Jorge Luis Borges dice en uno de sus escritos que el tigre es eterno porque no es consciente de su muerte, porque no tiene conciencia de su propio fin. Así, lo que permanece es el tigre como especie, como conjunto.
Nosotros, somos conscientes, y bien conscientes, de que un día desapareceremos.
No somos eternos...
Aunque hay quienes viven apegados a las cosas de este mundo como si un día fueran a partir con todo ello.
Hace varias noches, estuve observando las estrellas. El telescopio es capaz de descubrir un mundo insospechado. Y la conclusión a la que se llega es que no somos nada, una insignificancia en el universo.
Una mota imperceptible de polvo en medio de las galaxias...
La verdad es que envidio a los tigres, y a los animales.
Nacen, crecen, se reproducen y mueren.
Y viven según sus instintos.
No tienen conciencia.
Aman a su manera, gozan de la vida a su manera, y quien sabe si son felices.
Nosotros, no somos felices.
Ni eternos...

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