domingo, 16 de noviembre de 2008

Viajar...

"Donde la vista no pasea,
el corazón no se recrea..."
Hoy, el Filósofo va a hacer un viaje, un viaje de ida y vuelta para visitar a un amigo, pasar unas horas con él, hablando, paseando, haciendo algunas fotografías, en fin...
Pero, sobre todo, hablarán de libros.
El Filósofo está terminando de corregir su nuevo libro, un libro que será un éxito.
En realidad, no se lo proponía así, él quería que todo fuera de forma sencilla, que llegará a los demás su forma de pensar por si podía servir de ayuda, de consuelo, de esperanza...
Pero las editoriales son exigentes...
Será un día brillante, pleno de sol, pues ha amanecido despejado...
El Filósofo se ha ido andando hasta la pequeña estación de tren, ha sacado un billete y se ha subido a un vagón, donde no había casi nadie...
Ha dicho un tímido "¡buenos días...!, al que apenas han respondido dos o tres personas...
Volverá por la noche.
Los viajes en tren tienen su emoción...
Y su ceremonia...
La espera en el andén, la llegada del tren, la partida...
Ese libro o periódico que se saca de la bolsa de viaje...
Que sirve para cuando no se quiere hablar...
El corazón del Filósofo está hoy alegre...
Sabe que será un día dichoso...

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