jueves, 25 de junio de 2009

Nueva fórmula de enfrentamiento...


Guipúzcoa pone al servicio de los ciudadanos un teléfono con el fin de que quienes así lo deseen puedan denunciar a aquellas personas que supongan hayan cometido o estén cometiendo fraude fiscal.
Bien, bien...
La Nueva Inquisición...
Da vergüenza pensar que se llegue a utilizar a unos ciudadanos contra otros, además de forma anónima, constituyendo una parapolicía, que seguro que no siempre será bien utilizada.
Esto es una absoluta indecencia.
Una paranoia tremebunda.
Que no lo que puede hacer el Estado, que lo hagan los propios ciudadanos...
Vamos, que a este paso, no vamos a poder abrir la boca ni delante de nuestros más íntimos, por miedo a que descuelguen, marquen y denuncien, sea verdad o no.
Indignante.
En tiempos de la Inquisición, muchos inocentes fueron a la hoguera por iguales métodos.
Esto viene a indicar que el Estado considera que todos los españoles son unos delincuentes.
Pero el Estado merecería encontrarse con la desobediencia civil.
Desde luego, la medida colma el vaso de la paciencia de los ciudadanos.
Buenos tiempos tenemos, en los que sobrevivir es heroico, para que nos enfrenten unos a otros.
Ya digo, paranoia absoluta.
Un nuevo método de descohesionar la sociedad, de por sí bastante fragmentada.
Desvergüenza de desvergüenzas...
Que el estado es siniestro, ya no cabe duda...
Y mísero, y sórdido y sucio...

No hay comentarios: