martes, 23 de junio de 2009

¡Qué jóvenes éramos... y qué infelices!


¡Qué jóvenes éramos..!
El amor, nuestra meta, nuestro objetivo.
No existía nada más...
Quien alcanzaba el amor se veía a sí mismo como un rey...
El autor del anterior poema, era un adicto al amor...
Deseaba encontrar una chic con quien ser feliz...
Deseaba enamorarse y ser correspondido...
Nunca sabré si lo logró en aquellos tiempos...
¿Dónde estarán aquellos rostros juveniles que me rodearon..?
¡Ah, el tiempo, siempre el tiempo..!
¡Éramos tan jóvenes..!

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