martes, 6 de octubre de 2009

Ya es de día...

Se supone que, tras una noche de eso que llaman "sueño reparador", te levantas con nuevas energías...
Pues no ha sido así.
Hoy estoy igual de cansado que ayer...
¡Qué risa..!
Y si se me ocurre echar una ojeada a lo que queda del día, es para meterse en un armario, envuelto en un edredón, y pasar de todo...
Hace varios días que no veo un informativo, como no sea de paso...
¿Qué es lo que me ocurre..?
No hago más que pensar en las montañas, en los senderos desiertos, en el olor a humedad...
Y en la soledad...
Ayer por la tarde, me di cuenta de que estaba solo en medio de todos...
Y quise salir huyendo, pero no fue posible...
La verdad es que pienso mucho en las montañas últimamente.
Es como si sintiera la llamada del otoño, esa llamada que me incita a abandonarlo todo, llenar una mochila con lo imprescindible y dejar la ciudad.
Porque estoy atrapado.
Es peligroso sentirse atrapado...
Muy peligroso...
Las reacciones pueden ser drásticas...
Quisiera caminar por un sendero, mientras el viento que baja de las alturas me refresca la cara y tengo que meter las manos en los bolsillos de la cazadora porque las siento muy frías...
Y si hubiera alguien junto a mí...
¡Oh, sería el colmo de la dicha..!
Quizás tú, mujer de ojos soñadores, quisieras venir conmigo...
Pero, ¡qué digo..!
Suena el teléfono y todo se desvanece...
¿Por qué tiene que ser así..?
Martes, 6 de octubre...
El cielo está nublándose, puede que llueva...
Y así, me preparo para enfrentar otra jornada, y otra, y otra...
La senda estará más desierta que nunca...
Tan desierta como mi corazón...
Si alguien quiere decir algo a este soñador solitario puede mandar un e-mail a Klingsor_@hotmail.com...
Puede ser el principio de...
Bueno, quién sabe...

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