sábado, 30 de enero de 2010

Poesía...cada día. Para David y María, a 31 de enero.



Sueño primaveral, bajo la nieve.
Impaciente letargo de un almendro
que anhela ruiseñores en las frondas.
Aquella fresca hierba que ascendía
a las estrellas, vírgenes de cópulas,
es una oscura mancha en la blancura
del muro, donde el sol anaranjado
acariciaba rosas encendidas.
La nieve arremolina los recuerdos
en torno a mi memoria confundida.
Por la suave ladera, tapizada
de albos esplendores invernales,
un fantasma crujiente se aproxima
en serena quietud, mientras avanza...

1 comentario:

Deivid dijo...

Preciosa poesia Enrique y sensacional la ilusión que nos hace "vernos" en tu blog.
Tengo la intención de poder colocar, bien enmarcadas, la impresión de tus poesias en nuestra futura casa, cerca de la cama, para que podamos leerlas cada noche y así nos protejan el sueño.
Mil gracias, como siempre, eres único.
Un abrazo fuerte.