domingo, 23 de enero de 2011

Incertidumbre...


La incertidumbre, es decir, el no saber nada de cierto, de seguro, es lo que más mina y reconcome el espíritu humano...
Cuando no sabemos, cuando permanecemos en un estado de expectación, cuando nos debatimos en un océano de dudas y posibilidades, lo pasamos mal...
Si se presenta una dolencia en nuestro organismo, o en el de un ser querido, o de un amigo muy allegado, o en un familiar..., deseamos salir de dudas cuanto antes, suceda lo que tenga que suceder...
Pero, lo que de verdad nos hace sufrir, es el no saber...
Y España está enferma...
Y desconocemos su estado de salud...
Lo desconocemos, porque, en este caso, de forma impía, nos lo ocultan, lo disfrazan, doran la píldora para que parezca atractiva, cuando en realidad es amarga... Nuestros dirigentes, que llevamos a cuestas, porque, no es otra cosa, no hacen sino poner paños calientes, contentarnos con chucherías, buenas palabras, y pocos hechos.
Pocos hechos que merezcan la pena...
Muy pocos...
Se puede decir que ninguno...
España, que ya comenzamos hasta a dudar del nombre de nuestro solar patrio, sufre..., sufre de males que ya se nos antojan incurables...
Y todo es un ir y venir de políticos parlanchines, todo es una marejada de contradicciones..., todo es..., una continua duda...
¿Es posible vivir y convivir así...?
No, la verdad es que no...
Difícil resulta...
Los ánimos están acalorados, a pesar del frío, y la crispación es evidente...
El Jefe del Ejecutivo, habla del estado del bienestar..., cuando tendría que hablar del estado dubitativo..., de la perenne inseguridad...
Pero no lo hará nunca...
Ya no confiamos en el Estado, y, menos, en su gobierno...
Mientras, seguimos dudando...
Continuamos en la incertidumbre...
Y lo pasamos mal...
¿Hasta cuándo...?
¡Quién sabe...!

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