lunes, 16 de mayo de 2011

Ignorancia política...

Sin duda, habrá quien recuerde a aquellos inefables profesores de una indefinida e indefinible asignatura conocida como Formación del Espíritu Nacional, F.E.N., para abreviar...
¿En qué consistía...?
La verdad es, que, incluso ahora, que tenemos una información amplia y auténtica de aquella época, sigo sin saberlo...
Y continúo sin saber para que servía...
Sí, era un intento del Régimen para inculcarnos ciertos ideales..., demasiado abstractos para nuestras mentes, que habían dado el paso de Primaria a Bachiller...
No sé si se cumplió ese objetivo..., o, simplemente, aprobamos la asignatura sin más, nos la quitamos de encima, y arrinconamos el texto, que no era tal, y el famoso cuaderno de resúmenes...
Aún están aquellos tomos, uno por cada año, en lo más alto de las estanterías...
Alguna vez, coincidiendo con cambios o nuevas distribuciones, he llegado a echarles una ojeada, y han retornado a esos lugares donde van a parar aquellos libros que ya no se leen ni se consultan, pero que no se tiran, quizás por puro sentimentalismo, o, "porque siempre han estado ahí..."
Con todo, tengo que salir en defensa de un profesor, que, saltándose las normas, es decir, incumpliendo el programa, decidió sacarnos de nuestra ignorancia, respecto al funcionamiento de un país...
Era buena persona, y se salía del esquema habitual..., lo que le valió nuestra simpatía, y una buena dosis de respeto...
Afirmaba, y con razón, que España estaba llena de analfabetos políticos...
Ciudadanos que no tenían ni la menor idea de cómo era el municipio donde habitaban, ni de cómo estaba organizado su ayuntamiento,de sus atribuciones, y de las funciones que debía de ejercer para la buena marcha de la comunidad...
Por primera vez, me di cuenta de que vivía en las nubes, que no tenía ni idea de nada, y que no podía responder a muchas preguntas, tan elementales, que me avergüenzo, no tanto de mí mismo en aquel momento, como de quienes planificaban nuestros estudios...
Sí, analfabetos políticos...
Así que puse toda mi atención en aquellas clases semanales, mantuve una conversación con mi profesor, y me aconsejó unas muy acertadas lecturas... Al terminar el curso, no era una autoridad en la materia, ¡ni mucho menos...!, pero tenía en mis manos la clave para seguir adquiriendo conocimientos, de fuentes serias y respetables... Lo importante, no es almacenar datos, sino saber dónde hallarlos cuando se precisa de ellos...
No sé qué habrá sido de mi profesor de F.E.N....
Pero conservo el recuerdo de sus enseñanzas...
Han pasado más de cuarenta años...
Y, la verdad es, que, el analfabetismo político, además de no haberse erradicado, se ha extendido como una plaga...,se ha multiplicado... Sospecho que fomentado por intereses partidistas oscuros...
Porque, desde el primer gobierno democrático hasta el actual, no ha existido el mínimo intento de subsanarlo, ni el menor atisbo de proporcionar a la gran mayoría de españoles, una formación política que les permitiera elegir libre y consecuentemente a sus representantes...
Distinguir entre programas electorales consecuentes y plenos de coherencia, de otros, utópicos e irrealizables. Diferenciar entre las distintintas intencionalidades, para otorgar el sufragio, el voto..., a quien se considerara más digno de confianza...
¡Por favor, qué dice usted...!
¡Nada menos que la ciudadanía esté informada...!
¡Menudo peligro, que el pueblo piense...!
¡No, no, nada de eso...!
Ya están los mítines, el buzoneo, las apariciones de los políticos en los medios...
¿Qué más quiere usted...?
Y claro, el español, vota visceralmente...
Vota, porque en la tertulia del bar, alguien ha dicho que tales o cuales son los "mejores"...
O, porque un pariente, o un amigo de un amigo, está incluído en alguna lista electoral...
O, porque "Fulano me cae bien..."
¿Cuántos ciudadanos habrán leído los programas electorales para los ya inminentes comicios...?
¡Ay, unos granos de la arena en la inmensidad del desierto...!
Así, sólo cabe cuestionarse la validez del sufragio universal, "un ciudadano/a, un voto..."
¿Tiene la misma validez el voto del ciudadano que se ha preocupado por hacer una buena elección, que ha comparado programas, que se ha empapado de opiniones y declaraciones dignas de respeto, y que es consciente de las necesidades del país..., y que prefiere renunciar a su propio sentir político si es necesario, porque considera que otros y no "los suyos", pueden hacerlo mejor...?
O el voto del ciudadano que se ha ido "de campo" con su familia, diciendo que si vuelven a tiempo, "ya irá a votar"...
Por supuesto, desinformado, y, por supuesto también, desprovisto de criterio..., en resumen, sin capacidad electiva...
Pocos españoles saben por qué pauta electoral se rigen nuestros comicios...
Y, en cuanto a reflexionar sobre si es la más indicada..., desolación de desolaciones...
Quien piense que esto es hacer demagogia..., pues sí, lo es... A veces, es necesario...
Si mi profesor de antaño, en su intento, noble intento por cierto, de sacarnos de nuestra inopia política, levantara la cabeza en estos momentos, se horrorizaría, seguro que se horrorizaría ...
Y con razón...

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