sábado, 2 de noviembre de 2013

Arnold Böcklin, una pintura para soñar...



"La isla de los muertos".

Arnold Böcklin, o Boecklin.

Basilea, 1827 - San Domenico di Fiesole, 1901.


Era muy joven, apenas había dejado atrás la adolescencia,
cuando contemplé por primera vez
algunos cuadros de Arnold Böcklin,
y desde entonces,
he sentido una especial fascinación por su pintura...

Me quedaba absorto,
inmerso en cada obra,
porque me hacía ir más allá,
porque me invitaba a soñar...

Son escenas,
cuya atmósfera respira recogimiento,
una extraña y agridulce calma,
y, acaso, 
unos granos de inquietud...

De "La isla de los muertos",
realizó varias versiones...


Algunas, con personajes,
otras solitarias,
como esta pintura,
donde los pájaros marinos,
más que aves,
son espíritus voladores...



La barca se acerca a la isla...

¿Quién la conduce a ella...?

¿Quién es conducido o conducida a ella...?

Y...,
¿qué va a encontrar allí...?

Luego, 
sus "Villas junto al mar"...



Desolación...

Abandono...

Tristeza...


¿Un lugar para el destierro...?

Pero no de forma temporal,
sino eterno...

Esa figura de mujer,
apoyada con cierto aire de impotencia
sobre ese muro 
carcomido por las sales marinas,
ya no espera nada...

Quizás que su pensamiento se resigne...



Los árboles,
zarandeados por los vientos
llegados de allende los mares,
¿qué susurrarán...?

¿Palabras de esperanza...?

¿Ecos de un tiempo lejano,
naufragado
entre piélagos de olvido...?








(Archivo: cuevadelcoco).



















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