martes, 25 de marzo de 2014

Adolfo Suárez... ¡Adiós, Presidente!



¡Adiós, Pesidente!

Hoy, descansarás por fin, 
alejado de homenajes,
de reconocimientos,
de palabras de elogio...,

De póstumas condecoraciones,
de honores de estado...

Vas a reunirte con tu esposa,
en el claustro
de la catedral de Ávila,
según tu deseo...

Viviste intensamente,
renaciste de tus propias cenizas,
aunque la incomprensión,
el desafecto,
y esa mala sangre
de este atormentado país,
nunca reconocieron tu valía...

Contigo se va una época libre,
una época que pudo dar mucho más de sí
contigo al frente...

Pero el acoso,
generalizado acoso que sufriste,
no lo permitió...

Hoy, descansas en paz...

Una paz necesaria,
tras sufrir tantos reveses en la vida...

Los momentos brillantes,
fueron breves...Pero siguen en la memoria
de muchos, muchísimos españoles...

Ya nada importa...

Contigo, se va la imagen del político valiente,
comprometido, 
consecuente,
y, sobre todo, digno...

Tu dignidad fue un ejemplo
de lo que debe ser un político...

Seguro que te has llevado muchas cosas contigo...

Aunque,
la satisfacción de haber cumplido con tu deber,
de haberte enfrentado a fuerzas adversas,
de haber conseguido
una increíble cohesión 
entre españoles de distinta ideología...,
sea lo mejor con lo que hayas partido...

¡Adiós, Presidente!

Nadie como tú,
sí, lo digo sinceramente...

¡Nadie como tú...!

La Eternidad te acoge,
en sus brazos inmensos...

¡Hasta siempre, Pesidente...!









(Archivo: cuevadelcoco).












No hay comentarios: