sábado, 17 de enero de 2015

Epístola a D.Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno, en el día de San Antón...



"Las tentaciones de San Antonio Abad".
 
Coecke van Aelst.
 
 
 
 
El caso es que yo notaba algo así
como un pequeño vacío...,
y de pronto, se me hizo la luz:
 
-¡Si hace tiempo que no le escribo a D. Mariano...!
 
Y aquí me tiene usted...
 
Como bien sabrá,
y de primera mano,
que para algo ha estado allí...,
allende los Pirineos
se han producido una serie
de hechos lamentables y sangrientos...
 
Yo he visto cómo participaba usted en encuentros,
en manifestaciones,
y cómo se ha codeado
con sus colegas,
no ya de la comunidad,
sino de la aldea global...
 
D. Mariano, España ya no es segura...
 
Los españoles,
vemos cómo nuestra seguridad
se escurre
lo mismo que lo hace el agua
de una cesta de mimbres...
 
Claro, usted,
en su urna de cristal,
no tiene nada que temer...
 
Y su mayor problema,
quizá sea
ver qué nueva trapisonda
prepara el "führer de los fenicios",
que usted y yo,
y algunas otros,
bien sabemos quién es...
 
Y quien no lo capte,
pues que se despabile...
 
Este país, Sr. Presidente,
sigue sin saber lo que es
una democracia...
 
Usted tampoco, por supuesto...
 
Y "nuestra democracia",
se me antoja como algo melindroso,
tiquismiquis,
con  temblores de flanes de huevo,
de aquellos tan ricos
que hacían nuestra abuelas
cuando se aburrían...
 
Se me antoja también
como el asno de la noria,
que aguanta moscas y palos,
y que,
a fuerza de recibir coscorrones,
pues hasta parece
que tiene mala conciencia
si no los recibe...
 
No sé, pero estos días
he creído escuchar
algo así
como que había que desarmar
a la Guardia Civil
y a las Fuerzas Armadas...
 
¡Buenoooooo...!
 
Y no me extrañaría
haberlo escuchado,
porque aquí,
desgraciadamente,
abundan los "buenistas",
y los pacifistas de pacotilla...
 
Una democracia,
tiene que hacerse respetar.
 
Una democracia,
no puede renunciar
a mantener unas fuerzas,
dispuestas a repeler agresiones,
tanto de dentro como de fuera.
 
Una democracia,
tiene que hacer uso
de la legítima violencia,
para poder sobrevivir...
 
Y sin miramientos ni remordimientos...
 
O séase,
que se le pone una multa
de 6.000 euros,
 amenaza de trena incluída,
a quien recoge un poquito de manzanilla,
o corta una ramita de boj...,
y cuando un agente del orden
intenta que el atracador de turno
entre en el vehículo policial,
oponiendo resistencia
y mentando a las  madres
de policías locales,
nacionales,
o guardias civiles,
enseguida es visto
como un genocida o poco menos...,
y todos claman por el respeto
a los derechos humanos...

Un terrorista,
¡pobrecito!,
puede necesitar asistencia psicológica...

Al ciudadano
incapaz de matar una mosca,
pero que pasa por una situación
que lo pone al borde del suicidio,
pues que le den...
 
 ¡Vamos...!
 
¡Agravios comparativos
para todos los gustos...!
 
Me tocan ya las narices
temas como la economía,
la corrupción,
la corrupción circense,
que es otra, pero es la misma,
y muchas cosas más...
 
Lo que me preocupa,
es nuestra seguridad...

Quizá sea lo único que nos quede...
 
¿Va usted a seguir
con blandenguerías y moñadas
en este aspecto,
o va a hacer
que de una puñetera vez,
los españoles nos sintamos protegidos
por nuestras fuerzas armadas,
hablando en general...?
 
Pasa algo en USA,
y todos como una piña...
 
Pasa algo en Francia,
en Bélgica,
en Alemania...,
y todos como una piña.
 
Aquí...,
y como dije anteriormente,
el concepto de democracia
se asienta sobre terrones de azúcar...,
pues hasta salen defensores
de los que nos ofenden...
 
¡Ay, D. Mariano...!
 
Reflexione,
que la caída de occidente
puede comenzar por nosotros,
y arrasar como un tornado
esa civilización
de la que nos sentimos tan ufanos...
 
Así que,
basta de mirarse el ombligo,
meditando sobre el qué dirán,
o lo que es o deja de ser
políticamente correcto...
 
Y rechace las vaselinas,
de la misma manera
que San Antón,
o San Antonio Abad,
rechazó enérgicamente
todo tipo de tentaciones...
 
Para que,
 cuando sea preciso,
sin pensárselo dos veces...,
sea o no sea de goma,
 
¡leña al mono!
 
 
 
 
 
 
 
 
 
(Archivo: cuevadelcoco).
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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