sábado, 7 de febrero de 2015

Sobre la verdad...



"Se murió la verdad".
Aguafuerte de la serie "Los Disparates".
Francisco de Goya y Lucientes.

En este país...
Es una pena que siempre haya que comenzar así, cuando queremos comentar cómo van y vienen las cosas, nuestras cosas, las de todos..., las de cada día...

D. Francisco de Goya, aseguraba que "Se murió la verdad"...

Hoy, ya no nos preguntamos nada, porque no sabemos si la verdad ha existido... O si existió alguna vez...

Un amigo decía, en  una de esas tertulias ocasionales, que los españoles somos unos descreídos... Pues sí..., lo somos... Y cada día más... Porque, levantas una piedra, y salen volando los murciélagos pútridos de la desvergüenza, del engaño, de la mentira, en una palabra... ¿En quién creemos los españoles...?
 Y no me refiero a las regiones sobrenaturales, sino a nuestro sufrido territorio peninsular... 
¿En quién creemos...? 
Pues..., a decir verdad, ya no creemos en nadie...
No creemos en nadie, porque todo el mundo lleva su máscara, y algunos más, una para cada día de la semana..., o del mes...

¡Qué risa, los informativos...!

¡Qué risa...!

¡Anda, hombre...!

Entre uno que sale diciendo tic-tac, que no sabemos si es la onomatopeya de un inofensivo despertador o de una destructora bomba de relojería, y que, además, la gente cree en él como si fuera a salvarnos de todas las penas..., otro, que se las da de chulapito y guaperas, y dice que nadie tiene más ganas que él de derribar al gobierno actual..., o ese señor de gafitas, barba completa y gesto inseguro, que siempre habla de índices de crecimiento..., por cierto, tan pequeñitos, que puede que sólo los vea él y acaso sus acólitos..., por citar algunos de los que aparecen ante los televisionarios, como denominaban Tip y Coll a los que fijaban su atención en la pantalla del televisor..., estamos tan desconcertados, que no sabemos qué hacer...

Todos dicen, que dicen la verdad...

Todos aseguran que tienen la verdad en sus manos, cogida de los pelos, para que no se escape...

¡No, hombre, no...!

¡Que verdad sólo hay una...!

¿Que quién la tiene...?

¡Vaya usted a saber...!

D. Francisco de Goya, sí que decía la verdad... Que la verdad había muerto en este país... En este bendito país... Y lo expresó con amargura, con rabia, con impotencia, como sólo sabe hacerlo un artista de su talla... ¡Ay, D. Francisco...! !No se le ocurra levantar la cabeza...¡ Porque le dará un patatús y se volverá, derechito y sin dudarlo, a su última morada... 

La verdad ha muerto... ¿Qué será de nosotros...?

D. Francisco de Goya, en un supremo esfuerzo por intentar hacer germinar unos granos de esperanza, todavía realizó otra obra, otro aguafuerte, este que ven a continuación:


"¿Si resucitará...?"

Nosotros, sufridos, expoliados, engañados, apaleados, y muchos "ados" más, ya no nos atrevemos a preguntar nada... 

Por si acaso ya no hay ninguna respuesta...







(Archivo: cuevadelcoco).



No hay comentarios: