miércoles, 14 de septiembre de 2016

...las huellas del silencio...






La ciudad es dura e implacable...

No conoce el silencio
ni siquiera en la noche...





Sonidos,
que nos llegan,
nos aturden...





Voces anónimas,
que irrumpen en los sueños...





La ciudad,
no concede tregua...

Su ruidosa marea,
llega a lo más profundo
de nuestros pensamientos...





Pero aquí,
en esta soledad tan grata,
apenas si se escucha
el susurro del viento
que pasa entre los arboles...





Hay tiempo para todo...

La mirada descubre
matices infinitos...





La ciudad nos convierte
en seres insensibles...,
si no nos damos cuenta...





Otra vez pasa el viento...





La quietud de las horas
se diluye en el alma...











(Archivo: cuevadelcoco.
Imágenes: mirarlook/cuevadelcoco).


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