martes, 28 de febrero de 2017

Paisajes... (3).





Torre del Monasterio de las M.M. Benedictinas. Jaca.


Algo ha cambiado en ese entorno...,
pero la silueta de la torre,
sigue siendo visible,
desde el mismo punto de vista...

En aquellos veranos calurosos,
una buena parte de la familia,
bajábamos al río Gas,
buscando el solaz del agua 
y el cobijo de los frondosos chopos 
que poblaban sus orillas...

El Gas, era un río familiar, amable,
y sus riberas, bien pudieran
poseer los elementos
de un paisaje clásico...

Todas las mañanas, sobre las diez,
tomábamos el camino de bajada,
cruzábamos la carretera,
y desviando la caminata hacia la izquierda,
justo antes de llegar al puente...,
allí estaba "nuestro" lugar...

Se nos permitía chapotear en el agua,
explorar, 
 sin que se nos perdiera de vista...,
y, lo más interesante:
atrapar todos los incautos renacuajos,
también llamados "cucharetas",
(...alguien lo recordará...),
que debíamos soltar a la hora del regreso...

El camino de vuelta,
se hacía largo y pesado...

Con nuestros sombreros de paja,
se evitaba el riesgo de insolación,
o eso nos decían...

Porque, subir "la cuesta de Benedictinas",
a las dos de la tarde de un tórrido agosto,
bajo un sol implacable,
podia fundirnos la materia gris,
como si de mantequilla se tratara...

La grata sombra del Monasterio,
nos cobijaba hasta llegar a nuestra calle...

Una vez allí, desbandada general,
carreras precipitadas, 
hasta la frescura del patio...

Y así, un día tras otro...

Una semana tras otra...

Un verano tras otro...











(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).








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