Se han fundido las nieves, amor mío...
He seguido la huella de tus pasos
Perdiéndome por calles solitarias...
Algún pájaro errante y presuroso
Lanzó su agudo grito en las alturas.
Llegó un viento del sur, que no sabía
De nuestro amor en medio del invierno.
Y retorné vencido, sin hallarte...
El horizonte gélido cerraba
Con sus nubes de plomo la salida
Al valle soleado, donde acaso
Pudieras esperarme, perfumada
De íntimos aromas de violetas.
Imposible quimera, afán quebrado.
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: Paisaje de Mateo Lahoz).
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